CONFLICTOS PERSONALES DURANTE LA PANDEMIA

Es claro que durante este confinamiento social las relaciones interpersonales han sido llevadas a un mayor clímax de tolerancia ya que al estar todos reunidos en casa esto ha chocado directamente con nuestra forma de vivir y concebir la vida .lo recurrentes conflictos emocionales y posterior estrés o ansiedad por esta preocupante situación mundial ha hecho que afloren sentimientos encontrados en las personas que van desde el típico miedo a verse contagiado provocando un aislamiento aún mayor en ciertas personas, y por otro lado la sensación de encierro y claustrofobia que hace anhelar el reinicio de la vida social tal como la conociamos con masivas concentraciones urbanas el típico esquema de la oferta y la demanda de las sociedades capitalistas.

En contexto, podemos decir que los seres humanos somos un ente bio-sicosocial lleno de grandes complejidades para relacionarse con su entorno y con sus semejantes, en algunos momentos puede desear estar en grupos, tribus o “manadas sociales” o simplemente opta por ser una especie de lobo solitario en donde los problemas, conflictos o creencias del resto no limiten su forma de concebir la vida, en este sentido y en base a la actual situación de salud pública mundial que estamos experimentando podemos ver que la cuarentena hace que afloren conflictos emocionales ahí “ocultos” pero que en realidad nunca estuvieron escondidos como tal, solo que con el ritmo formal como nos relacionamos con nuestros seres queridos en nuestras vidas simplemente no nos permitía darnos cuenta o ponernos a conversar sobre las causas de nuestras molestias, porque nos sentimos frustrados y cansados, como va nuestra relación de pareja, o como nos llevamos con nuestros padres, etc.

Se han reseñado casos de violencia doméstica, agresiones verbales entre padres e hijos, maltrato infantil entre otras expresiones negativas todas consecuencias del hacinamiento de estar todos en pequeños espacio físicos y con la sorprendente realidad de tener que interactuar con personas que de repente no conversabas o la cotidianidad no permitía siquiera que te enteraras que piensa de la vida o que aspiraciones tiene, o simplemente cuales son las cosas que le gustan o desagradan.

Ahora bien, estas son las consecuencias fácticas de estos determinados conflictos. Las causas de raíz de este tipo de interacción disfuncional van más de el simple hecho de compartir un espacio físico con una determinada persona, las profundidades de este asunto tienen su origen en la forma como nos relacionamos con nuestros seres queridos y el valor y respeto que le damos a dicha relación, es importante hacer una retrospectiva para visualizar como era nuestra relación con esas personas antes de la pandemia. El tiempo y aprecio que le dedicábamos y otros puntos sencillos pero determinantes a la hora de valorar el nivel de compromiso.

El confinamiento social producido por la Pandemia del Covid-19 no es la causante de estos conflictos personales, solo que al igual que una reacción en cadena desencadenó la exposición de nuestras frustraciones y emociones negativas más escondidas, comprenderlo es necesario para empezar a sobrellevar toda esta carga de sentimientos encontrados en nuestras relaciones sociales, recordando que debemos de ser tolerantes y comprensivos ya que nuestros actos y palabras pueden herir y lastimar a las personas que amamos.